A. El Sapainca
Era considerado el Supremo Señor del mundo andino, máxima autoridad política, social, militar y económica del Tawantinsuyu.
-En lo político, el Sapainca ocupaba el más alto cargo dentro del Estado; las decisiones del Sapainca era inapelables.
-En lo religioso, era considerado hombre-dios, es decir, hijo del Sol, nacido para gobernar el Imperio.
-En lo económico, ordenaba la redistribución.
Los súbditos acataban sus órdenes con sumisión, demostrando una reverencia irrestricta, tanto que cuando se le acercaban, lo hacían con actitud de humildad, sólo los Panacas y los nobles más allegados a él le dirigían la palabra y le servían de intermediarios en la conversación oficial con el resto de la gente.
El Sapainca se hacía llevar en andas; en el camino, un grupo de gentes iba delante limpiando el camino, y otro grupo de mujeres, junto a él, recogía los cabellos que por algún motivo se le caían, cuando escupía, las mujeres debían ofrecerle sus manos.
B. El Consejo Imperial
Fue un organismo que tenía como misión principal asesorar al Inca en la solución de los multiples problemas del Estado, su labor era de mucha trascendencia pues contribuía a agilizar y perfeccionar el proceso administrativo-político del Imperio. Estaba conformado por cuatro Apocunas quienes representaban a cada uno de los cuatro suyus del Tawantinsuyu que generalmente eran familiares del Inca., nombradas para él mismo para una delicada misión. Cada Apocuna informaba detalladamente de lo que sucedía en su región y sugería posibles soluciones, así el Inca tenía el panorama completa para poder decidir acertadamente, cada Apocuna estaba asesorado por tres nobles de alta categoría.
Estaba integrado por dieciseis consejeros: cuatro principales y doce secundarios, de los grupos Hanan y Urin que se dividían de la siguiente manera:
Cuatro del Chinchaysuyu, cuatro del Collasuyu (suyus mayores); dos del Antisuyu y dos del Contisuyu (suyus menores).
La sede del Consejo Imperial era la gran ciudad del Cuzco, cabeza y capital del Tawantinsuyu.
C. El Ttocricuk o Apunchik
Era el funcionario con prerrogativas políticas, administrativas, judiciales y militares en el gobierno de las provincias o huamanis.
Era elegido directamente por el Sapainca para lo cual se requería, además del privilegio de sangre, gozar de la confianza del Sapainca por haberle demostrado probada lealtad. Su nombramiento no era perpetuo ya que era relevado continuamente a fin de evita concentrar por mucho tiempo gran suma de poder en una sola persona.
-El Ttocricuk, entre sus múltiples funciones estaba el cuidado puntual del pago de los Tributos y su resguardo oportuno. Además participaba en la redistribución anual de las tierras.
-Persiguieron los délitos mayores y organizaron los empadronamientos de personas y tierras, todo lo actuaba por ellos debía ser transmitido al Suyuyoc Apo correspondiente.
D. Los Curacas
Curaca significa “Señor de los pueblos”, eran los jefes de los pueblos o Ayllus que hicieron el papel de intermediarios entre el Tucuy Ricoc y el Hatunruna , pues recibía el tributo de éste para entregárselo a aquél. Su distintivo era un banquillo de palo pintado que tenía un codo de alto y lo acompañaba a donde iba; era siempre un obsequio del Inca y le permitía estar sentado mientras sus vasallos estaban de pie.
Sus privilegios podían limitarse a los siguientes:
-Visitar al Inca cuando lo creyera necesario o cuando éste lo mandase llamas, obteniendo en recompensa una mujer, un vestido fino o un vaso de oro; tener por esposa principal a una Aclla y haber de ella el heredero legítimo que lo había de sucederen la tierra curacal.
-Poseer hasta cincuenta esposas secundarias
-Tener viviendas construídos por los Hatunrunas los que estaban obligados a brindarle agua, leña y algunos pajes de servicio.
-Gozar de chacra o sementera grande, también labrada por sus súbitos, que le diera sustento por consumición de los frutos o su trueque.
-Tenían grandes tierras en propiedad, tanto para la agricultura como para la ganadería, así como los ganados en propiedad.
-Poseían un cierto número de trabajadores para provecho suyo.
Sus deberes u obligaciones a cambio de estos privilegios no eran cosa menor, sus atribuciones fueron las siguientes:
-Era el único y directo rseponsable de su Ayllu ante el Inca y el encargado de juntarle los tributos que luego recogía el Tucuy Ricoc.
-Representaba al Inca en su comunidad y como tal debía: vigilar el orden y policía de su gente, ser juez en causas pequeñas.
-Debía llevar la cuenta de los nacimientos y defunciones; de los jóvenes aptos para el servicio militar, de los hombres y mujeres casaderos; procurar la atención de las personas necesitadas (viudas, ancianos, huérfanos e impedidos).
-Mantener en perfecto estado los caminos y puentes, los tambos y depósitos.
-Llevar la estadística demográfica, histórica, legislativa, religiosa y militar.
-Dictar disposiciones de cáracter local cuando fuera necesario.
-En el orden penal, sancionar las faltas y délitos leves de su jurisdicción , con derecho a sancionar, aunque nunca con la muerte, ordenaba azotar a los culpables, darles golpes en la espalda conel puño cerrado y en casos muy graves con unas piedras redondas.
-Procurar el pago íntegro y oportuno de los tributos y el resguardo de los mismos.
-intervenir en la redistribución anual de las tierras.
-Administrar el uso de las aguas para el oportuno regadío de las chacras
-Organizar los trabajos en las minas que hubieran en su jurisdicción.
Respecto a la sucesión, podía establecerse la preferencia del varon a la hembra aunque no siempre del mayor sobre el menor, el Curaca debía mandar a sus hijos, posiblemente al cumplir seis años, a educar al Cuzco y aservir al Inca, momento en el que se cumplía la fomación política de los herederosy su virtual quechuización.
Como tenía preferencia el hijo de Aclla en la sucesión curacal, de este modo la mentalidad quechua iba siempre en aumento. A falta de hijos sucedía al Curaca su pariente más cercano o la persona señalada por el Inca. Existió un sistema de regencia o tutoría para los hijos del curaca difunto hasta que éstos cumplieran su mayoría de edad o terminaran su educación en el Cuzco, señalando entonces el Inca al verdadero sucesor, él elegido también sucedía a su padre en los bienes curacales, quedando una pequeña cantidad de éstos para sus hermanos.
Las sanciones para el mal Curaca fue que era destituido y desterrado a las punas a servir como pastor, mientras el Inca proveía el cargo, reemplazaba al depuesto su inmediato en el mando.
E.Michic y Llactacamayoc
Para añadir el gobierno de la provincia o huamani a su cargo, el Ttocricuk contaba con una red de autoridades y funcionarios rigurosamente jerarquizados constituidos, aparte de los Curacas, por los Michic, Llactacamayoc y Quipucamayoc.
Los Michic eran algo así como los tenientes gobernadores del Ttocricuk en los pueblos principales de cada provincia, con atribuciones administrativas, civiles y penales.
Los Llactacamayoc, eran regidores, estaban únicamente dedicados a hacer beneficiar las tierras de los que llamamos pobres, y además tenían el cuidado del barbecho, siembra y recolección de los frutos de las mismas.
F. El Tucuy Ricoc
Era el supervisor imperial, “el que todo lo ve y todo lo oye”, ojos y oídos del Inca. En efecto, los Tucuy Ricoc eran los funcionarios que periódicamente visitaban una determinada provincia o huamani del Imperio, por expreso mandato del Sapainca, carecía de poder militar; empero en caso de necesidad ejercía función de gobierno quitando y poniendo a los curacas, como lo veremos luego.
Se función principal era de ver si las disposiciones del Sapainca se cumplían y si las autoridades cumplían fielmente su labor. En csao contrario, podían destituir Curacas y disponer castigos, cuando el Tucuy Ricoc extremaba su celo vigilante era al tiomar cuenta a los Curacas, a los cuales castigaba sin miramientos por cualquier falta contra el estado, incluso para ello debía mediar la sentencia del Inca.
Tenía su sede de vigilancia en un lugar determinado, con todo, su jurisdicción abarcaba en veces hasta cincuenta leguas, como por ejemplo el Tucuy Ricoc de Vilcashuamán, que ejercía desde Uramarca a Acos, junto al valle de Jauja.
Cada año, por sí o mediante sus funcionarios delegados, visitaba los lugares de su responsabilidad para recoger el tributo y remitirlo al Cuzco; tenía otras funciones; podían casar parejas y ejercer justicia al punto de poder condenar a muerte a los culpables. Como autoridad casamentera tomaba el nombre de Huarmicoco o Repartidor de mujeres, como juez criminal lo llamaban Taripa Camayoc. Visitaba también las obras públicas y recomendaba las medidas a tomar sobre determinados trabajos, estaba encargado del cobro del tributo.
El éxito del Tucuy Ricoc radicó en su independencia, puesto que su única autoridad era el Inca, con tan omnímodo poder, tenía visos de tiempo, acriterio del Sapainca, era cambiando, donde no llegaban ellos mandaban a sus lugartenientes o Michos para que apreciasen de cerca los tambos y almacenes, los ganados y sementeras, la integración de las mitas y todo lo relativo al orden y buen funcionamiento del Ayllu.
El Tucuy Ricoc no tenía cargo perpetuo, tampoco hereditario, entre sus muchos privilegios estaba el vajar en hamaca, su persona era respetada por cuanto representaba al mismo Inca. Tenían relación directa sólo con el Inca y únicamente de él recibián órdenes y sólo a él le daban cuenta de lo observado y actuado.