En el año 2005, cuando todavía era senador demócrata, el Presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama, pronunció un discurso ante la Amercian Library Association, Bound to the word, "vinculado a la palabra", que supone uno de los alegatos políticos más concluyentes y comprometidos en favor de la lectura, la educación pública y las bibliotecas que haya podido leer o escuchar en los últimos años, un
análisis perentorio que, despojado de la retórica patriótica o
religiosa, obligatoria en norteamérica, aboga por una acción concertada y decidida de los poderes públicos para aminorar mediante la educación en la escuela pública, los programas de alfabetización y la promoción de la lectura y el contacto con los libros las desigualdades sociales que están en la base del fracaso o del éxito escolar, del fracaso o el éxito personal y profesional.
El discurso, pronunciado ahora hace algo más de tres años, gira en torno a tres grandes ideas: la promoción de la lectura como eje básico en torno al cual gira el desarrollo integral del ser humano;el papel que las bibliotecas, las escuelas, las familias y el Estado tienen en la consecución de ese objetivo; la caracterización de la biblioteca como espacio de conocimientos y libertades donde debe fraguarse el intelecto crítico de cada lector.
"Porque creo que si deseamos proporcionar a nuestros hijos las mejores posibilidades en la vida, si queremos abrirles las puertas a diversas oportunidades mientras son jóvenes y enseñarles las competencias que
necesitarán para tener éxito más adelante, entonces una de nuestras más altas responsabilidades como ciudadanos, como educadores y como padres será asegurarnos de que cada niño norteamericano pueda leer,
y pueda leer bien. La alfabetizació n es la divisa más fundamental en la economía del conocimiento en la que hoy vivimos". "La lectura" -insiste y remacha algo más adelante, sin titubeo alguno-, "es la competencia fundamental que hace el resto del aprendizaje posible, desde los problemas complejos con palabras y el significado de
nuestra historia hasta los descubrimientos científicos y la excelencia tecnológica. Y, a propósito, es lo que se requieren para hacernos verdaderos ciudadanos", porque es cierto que hay que añadir la dimensión política de la lectura a su dimensión instrumental.
Tomado de:
http://weblogs. madrimasd. org/futurosdelli bro/archive/ 2008/11/10/ 106382.aspx
análisis perentorio que, despojado de la retórica patriótica o
religiosa, obligatoria en norteamérica, aboga por una acción concertada y decidida de los poderes públicos para aminorar mediante la educación en la escuela pública, los programas de alfabetización y la promoción de la lectura y el contacto con los libros las desigualdades sociales que están en la base del fracaso o del éxito escolar, del fracaso o el éxito personal y profesional.
El discurso, pronunciado ahora hace algo más de tres años, gira en torno a tres grandes ideas: la promoción de la lectura como eje básico en torno al cual gira el desarrollo integral del ser humano;el papel que las bibliotecas, las escuelas, las familias y el Estado tienen en la consecución de ese objetivo; la caracterización de la biblioteca como espacio de conocimientos y libertades donde debe fraguarse el intelecto crítico de cada lector.
"Porque creo que si deseamos proporcionar a nuestros hijos las mejores posibilidades en la vida, si queremos abrirles las puertas a diversas oportunidades mientras son jóvenes y enseñarles las competencias que
necesitarán para tener éxito más adelante, entonces una de nuestras más altas responsabilidades como ciudadanos, como educadores y como padres será asegurarnos de que cada niño norteamericano pueda leer,
y pueda leer bien. La alfabetizació n es la divisa más fundamental en la economía del conocimiento en la que hoy vivimos". "La lectura" -insiste y remacha algo más adelante, sin titubeo alguno-, "es la competencia fundamental que hace el resto del aprendizaje posible, desde los problemas complejos con palabras y el significado de
nuestra historia hasta los descubrimientos científicos y la excelencia tecnológica. Y, a propósito, es lo que se requieren para hacernos verdaderos ciudadanos", porque es cierto que hay que añadir la dimensión política de la lectura a su dimensión instrumental.
Tomado de:
http://weblogs. madrimasd. org/futurosdelli bro/archive/ 2008/11/10/ 106382.aspx
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